¡Qué pronto olvidamos nuestra historia más reciente! La palabra “antisemitismo” tiene un origen relativamente reciente, pues nace en la década de 1870, bajo la pluma de Wilhelm Marr , a partir del concepto de “lenguas semíticas”, pero para significar únicamente el odio hacia los judíos (sin que el concepto abarque el odio hacia otros semitas, como los árabes). Pero este odio, fundamentado en una serie de estereotipos históricos inciertos (el judío sólo piensa en acumular riquezas, es avaro, promiscuo, sectario e incluso seguidor del maligno), no es algo del siglo XIX, sino que arrastra una historia milenaria, que empieza en la Antigüedad greco-romana y culmina con la acusación de ser el pueblo responsable de la crucifixión de Cristo (el famoso mito del deicidio). Sin embargo, durante el siglo XIX prosperó en Europa un tipo de odio racial , de base ciertamente darwiniana, que fue perfilando a los judíos como una “raza” inferior en la escala evolutiva y, por tanto, acreedores de
Para los que buscamos conocimiento y el verdadero desarrollo de nuestra sociedad